martes, 12 de noviembre de 2013

Ser bibliotecario: Una profesión radical

♦ Conferencia brindada por Naomi Klein en 2003, transcrita y publicada por la revista Progressive Librarian. Traducida por Engracia Martín Valdunciel.
E-LIS repository / Internacional
24/06/2003

Resumen 

     Este trabajo pretende difundir, traducida al español, una conferencia que impartió la periodista canadiense Naomi Klein en Toronto, Canadá, en 2003. Klein nos advierte de la amenaza que las políticas neoliberales a través de organismos como la Organización Mundial de Comercio o el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios suponen para la supervivencia de los servicios públicos, en concreto, para las Bibliotecas, como espacios públicos, en contraste con los ámbitos privados, restringidos, por definición, a los consumidores que pueden pagarlos. El objetivo es contribuir a generar conciencia de la situación y un debate crítico en el campo y la profesión. 

Palabras clave 

     Naomi Klein; OMC; Organización Mundial de Comercio; Acuerdo General sobre Comercio de Servicios; Neoliberalismo; mercantilización del conocimiento; Esfera pública; Bibliotecas; Bibliotecarios; Servicios públicos; Gestión. 


♦ MI OPINIÓN

     "La mayoría de ustedes no pensaron que ayudar a la gente a compartir libros fuera subversivo cuando decidieron convertirse en bibliotecarios" Nos dice Naomi en un momento, y no se equivoca.



     La evolución de las bibliotecas, su capacidad de adaptación a las adversidades, y sobre todo su conversión a una versión 2.0 de si misma ha llevado a empresas e instituciones de todos los ámbitos a ver en la biblioteca una competencia fuerte. 


     ¿Cómo puede un lugar que presta libros y apenas cobra el dinero suficiente para mantenerse ser problema para un banco? Puede serlo. Porque una persona desesperada entrará a un banco llorando por un préstamo. Pero si esa persona decide entrar en su lugar a una biblioteca y averiguar como empezar su propio negocio, o como funciona el sistema de préstamos, quizás ya no sea un cliente tan seguro.

     Ser bibliotecario es tener poder en las manos, trabajar en una biblioteca es rodearse del arma más poderosa del mundo: el conocimiento. Y la gratuidad del conocimiento lo hace aún más poderoso, nada puede detenerlo.