sábado, 11 de abril de 2015

Retos en torno al préstamo de libros digitales en bibliotecas

En Anales de Documentación, 2015, vol. 18, Nº 1.


     Resumen: El desarrollo y la expansión del mercado mundial de libros electrónicos y los modelos asociados al préstamo en biblioteca se encuentran todavía en un estado evolutivo y de alguna incertidumbre. Después de una primera etapa en la que importantes editores se negaban a vender licencias de préstamo, en el momento actual los editores están proporcionando más títulos de libros electrónicos a disposición de las bibliotecas, aunque con algunas restricciones importantes. La tendencia dominante se está orientando inexorablemente hacia una mayor disponibilidad y acceso a títulos digitales para su comercialización en bibliotecas. Superada esta primera fase en la que los editores ofertaban pocos títulos para el préstamo público quedan pendientes otros asuntos, tales como la cuestión de los costes de las licencias, con tarifas diferenciadas a las ofrecidas al público, que incrementan su precio en algunos casos hasta por tres o más veces del precio de venta al público. Aspecto este que complica aún más los procesos de adquisición para bibliotecas, en un momento en el que los presupuestos son limitados; lo que dificulta la capacidad de estas para dotarse de una colección adecuada de productos digitales. Además, se dan otra serie de cuestiones de carácter tecnológico y comercial que limitan muchos de los usos que tenían las bibliotecas en el contexto analógico, como la posesión de la colección en propiedad, la estabilidad de la misma, la portabilidad entre plataformas, o las dificultades asociadas a los sistemas DRM de gestión de derechos digitales.

     Palabras clave: Bibliotecas; préstamo digital; DRM; licencias; libros electrónicos; precios; modelos de negocio. 



♦ MI OPINIÓN

     Mi opinión está un poco limitada, ya que solo conozco bibliotecas de mi país (Argentina), y acá es muy distinta la obtención de fondos bibliográficos en comparación a muchos países del mundo. 

     El artículo habla entre otras cosas de las licencias que conceden las editoriales a las bibliotecas al entregarles sus libros. Acá las bibliotecas rara vez tratan directamente con las editoriales, ya que obtienen sus fondos por compras a librerías, donaciones de personas particulares, o gestión de donaciones por medio de terceros como empresas. Entonces, nadie salvo la misma biblioteca sabe que hay en los estantes. El autor de un libro no sabe si sus ejemplares comprados en una librería están en una casa o una biblioteca barrial.

     Partiendo de esa base, el manejo de licencias para préstamos virtuales es inexistente.

    Las bibliotecas nacionales son muy libres, pero eso provoca al mismo tiempo muchos vacíos legales y de procedimiento que cada uno debe decidir como resolver por si mismo, intentando no caer en algo ilegal o perjudicial para ninguna de las partes.